Esta lámina captura con esplendor una escena de la tumba de Ipuy, reflejando la vida de la nobleza en el antiguo Egipto. Se representa a Ipuy y su esposa sentados regiamente, mientras sirvientes les presentan ofrendas de comida y flores, una imagen típica de la hospitalidad y el honor de la época.
La vestimenta de las figuras es típica de la alta sociedad egipcia, con telas finas y joyería elaborada. Los colores son vivos y saturados, señal de la importancia de la ceremonia y la celebración. Un gato, fielmente retratado a los pies de la pareja, simboliza la domesticidad y la protección.
La escena está meticulosamente organizada, como es característico del arte egipcio, con una narrativa que se lee a través de los detalles y la postura de las figuras. Esta lámina no solo es una representación artística; es un documento cultural que brinda una perspectiva sobre las costumbres y la vida cotidiana en el antiguo Egipto, ideal para aquellos interesados en la historia y el arte de esta fascinante civilización.
Tumba de Ipuy
Ipuy fue uno de los trabajadores que formaron parte de la comunidad de Deir el-Medina. Desempeñó el oficio de escultor, que heredó de su padre y que transmitió, al menos, a uno de sus hijos. Al igual que otros miembros del “Equipo” dispuso de una tumba monumental; a pesar de la desaparición de una gran parte del programa iconográfico, Scheil y Legrain y, especialmente, el equipo encabezado por Norman de Garis Davies supieron reconocer el valor y la originalidad de las pinturas conservadas. Además de las características escenas vinculadas cuestiones funerarias, las paredes de la capilla (en este sentido es un hecho excepcional en la decoración de las tumbas de Deir el-Medina) muestran diversos episodios de la vida cotidiana: trabajo en el campo, pesca y unas detalladísimas escenas de fabricación de objetos funerarios y de culto vinculadas al oficio de Ipuy.